Consejos de utilización
Poco a poco irá descubriendo fantásticas combinaciones de frutas, natillas, mariscos, salsa
holandesa, quenelles, salsa Nantua...
Se puede proceder del mismo modo con el calor proveniente de la base, pero suele utilizarse
menos, ya que generalmente sólo sirve para reajustar la cocción.
Por ejemplo, si la masa de su tarta o quiche está ya bien hecha pero el relleno está aún dema-
siado líquido o crudo, ponga el termostato bajo a la temperatura mínima e incluso a 0, y el
mando situado en la parte superior alto a la potencia mediana e incluso máxima para activar
la cocción de la parte superior.
Para los platos que precisen una cocción de varias horas, como los estofados, los patés o las
terrinas, utilice solamente la resistencia de la solera.
Cuando domine perfectamente el manejo del gratinador y de la solera podrá aprovecharse de
la sutilidad de su manipulación para reajustar la cocción de los alimentos, incluso de los pla-
tos más delicados.
Por supuesto, también puede hacer en el horno de gas excelentes pasteles, tartas, quiches o
platos de verduras. Sin embargo, deberá prestar algo más de atención a la hora de situar la
rejilla y elegir la temperatura.
En el caso de un asado clásico
, como una pierna de cordero, un pavo, un asado de
cerdo o un pescado grande, coloque la rejilla en el nivel más bajo del horno. El tiempo de
cocción suele ser de más de 40 minutos.
Para este tipo de asados, precaliente el horno a 250 ºC durante 10 ó 15 minutos.
Introduzca la fuente en el horno; a continuación, baje el termostato a 200 ºC (incluso a 175°
para las carnes blancas) y deje cocer el tiempo necesario. De esta forma, se formará la corteza
y la cocción continuará despacio en profundidad.
Si utiliza el horno eléctrico, coloque el conmutador de las resistencias de la parte superior en
el nivel 0 una vez haya introducido los platos en el horno.
Para un asado o una chuleta de ternera,
un brazuelo de cordero o un pescado
pequeño o mediano, coloque la parrilla en el nivel intermedio del horno. Precaliéntelo a
280ºC durante aproximadamente un cuarto de hora, y luego bájelo a 230 ºC durante unos 5
ó 10 minutos después de haber metido los platos en el horno.
Si utiliza el horno eléctrico, mantenga la posición máxima para la bóveda durante 10 minu-
tos después de haber introducido los platos, y a continuación baje el termostato de la solera
a 230 ºC.
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