la función de evitar choques sino de proporcionar
información (visual, acústica o táctil) que el piloto
puede utilizar para prevenirlos, si es posible.
Por tanto el piloto no debe depender de manera
exclusiva e irracional de las "capacidades" del sistema
para comprender el entorno: la forma de ciertos
objetos, su superficie, su posición estática/dinámica,
el modo en que entran en el campo visual del radar
puede que no permitan que el sistema comprenda el
entorno y envíe al piloto información errónea.
La distracción es la causa principal de los accidentes.
El piloto debe utilizar los sistemas inteligentes de la
moto, entre ellos, la Detección de ángulos muertos
(BSD) y el Control de velocidad adaptativo (ACC),
manteniendo el control constante de la conducción,
considerando también los posibles errores (avisos
incorrectos) de los mismos. El piloto debe además
considerar, adoptando un comportamiento
prudente, cualquier peligro generado por objetos o
sujetos en el entorno. El piloto debe ser prudente al
realizar maniobras de aproximación a otros
vehículos, virajes y frenados idóneos a las
circunstancias, y que puedan evitar conductas
incorrectas o imprudentes de los demás.
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Cualquier referencia a la velocidad de la moto en este
documento, tanto en km/h como en millas por hora,
se ha introducido y se debe comprender como
puramente indicativa para mostrar las características
y las advertencias sobre las prestaciones específicas
de los sistemas de Detección de ángulos muertos
(BSD) y Control de velocidad adaptativo (ACC). El
piloto de la moto es responsable de conducir el
vehículo siempre dentro de los límites de velocidad
prescritos por las normas de circulación vial en vigor
en el país donde se encuentra, y en todo caso
respetando totalmente la prudencia requerida por el
tipo y el estado de la carretera que está recorriendo y
las condiciones ambientales corrientes.
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