Verduras
Todas las verduras cocidas y hervidas pueden congelarse. Las verduras de su propio huerto
se conservarán mejor que las compradas en los establecimientos.
Preparación:
Las verduras deben cortarse en trozos pequeños y hervirse brevemente una vez limpias y
lavadas.
Envoltorio:
Pueden envolverse en bolsas de plástico. Los paquetes deben tener forma regular para
reducir su volumen de almacenamiento. Las verduras tales como las espinacas deben
introducirse en bolsas de plástico. Las porciones no deben exceder el kilo.
Periodo de almacenamiento:
Vea la tabla 5. Los valores de la tabla deben observarse estrictamente.
Preparación de verduras descongeladas:
Las verduras congeladas deben descongelarse en agua hirviendo o en aceite. Las verduras
trituradas (espinacas, repollo) deben dejarse descongelar antes de su preparación. Las
verduras descongelada deben utilizarse inmediatamente y nunca deben volver a congelarse.
¡Importante!
Los tiempos de cocción de las verduras congeladas son tres veces inferiores a los de las
mismas verduras frescas.
Hervido exprés (muy importante)
Este proceso se lleva acabo para proteger el color, el sabor, el olor y el contenido en
vitamina C de las verduras.
Se necesitan una cazuela con 7 u 8 litros de agua hervida y un colador.
Las verduras preparadas (máximo 0,5 kg cada vez) se depositan en el colador y se cubren,
para a continuación sumergirlas en el agua hirviendo (5 l). Se deben mantener sumergidas
durante un minuto y luego se sacan. Si el agua se enfría deberá volverse a llevar a ebullición
para poder continuar sometiendo al proceso a más verduras.
Inmersión:
El agua debe estar hirviendo.
(Siga los tiempos de inmersión especificados en la tabla 5).
Las verduras deben a continuación sumergirse en un chorro del agua corriente y dejarse
escurrir.
Puede utilizar la misma agua hirviendo varias veces.
Verduras no adecuadas para congelación:
• Lechuga de hoja arrugada, berro, rábano, cebolla, verduras crudas o muy maduras.
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