9.0
E
LECTRODES
9.1 P
ORTAELECTRODOS
Son disponibles tres tipos distintos de portaelectrodos, a saber: monotubular de
inmersión y de presionsin presion para colocarlo directamente en la cañería. Hay
que tener presente que entre el punto de inyección y el electrodo siempre debe
haber una distancia de más de un metro. Si eso no fuera posible, habrá que instalar
un mezclador entre el punto de inyección y el electrodo.
9.2 L
IMPIEZA Y MANTENIMIENTO DEL ELECTRODO
Cuando pasa mucho tiempo sin utilizar el electrodo es importante tenerlo sumergi-
do en una solución de KCl 3 M. Las incrustaciones que se forman en el bulbo harán
que éste dé lecturas erróneas y el tipo de limpieza dependerá del tipo de incrusta-
ciones. Para incrustaciones blandas habrá que agitar el electrodo como si fuera un
termómetro o utilizar un pulverizador con agua destilada. Si se trata de residuos
orgánicos o de incrustaciones muy resistentes, habrá que quitarlos químicamente.
Solamente en casos extremos habrá que limpiar mecánicamente el bulbo, pero en
ese caso las abrasiones podrían dañarlo irreparablemente. Si con la limpieza no
recupera su buen funcionamiento, es factible que el electrodo haya envejecido. Una
característica del envejecimiento es dar medidas erróneas o tardar en dar una
respuesta. Si se miden soluciones de pH conocido y las lecturas dan errores supe-
riores al 10%, quiere decir que hay un envejecimiento. Si previamente ya se había
hecho una limpieza, habrá que recurrir a su recuperación. Si a pesar de esa opera-
ción no ha recuperado su buen funcionamiento, habrá que cambiar el electrodo.
9.3 R
ECUPERACIÓN
• Sumergir 15 segundos la punta del electrodo en HCl 0.l N, enjuagar con agua y
sumergir la punta otros 15 segundos en Na OH 0.1 N, y volver a enjuagar con
agua. Repetir tres veces esa secuencia y controlar nuevamente las medidas que
dé. Si las lecturas no son acceptables no queda más que cambiar el electrodo.
10.0 M
ANTENIMIENTO
a. Controlar periódicamente el nivel del depósito que contiene la solución que hay
que dosificar a fin de evitar que la bomba funcione en vacío, aunque en ese caso
el equipo no sufre daño alguno. De todos modos se aconseja este control para
evitar daños debidos a la falta de aditivo en la instalación.
b. Controlar por lo menos cada seis meses que la bomba funcione bien, que no se
hayan aflojado los tornillos ni las juntas. Si se emplean líquidos muy corrosivos,
conviene efectuar controles más frecuentemente.
c. Limpiar periódicamente la parte hidráulica (válvulas y filtro). No se pueden dar
indicaciones valederas de plazos que convenga respetar para esa limpieza ya
que depende del tipo de utilización. Tampoco se puede indicar qué reactivo usar
porque depende del aditivo que se esté empleando.
Dando por sentado todo eso, podemos sugerir cómo actuar si la bomba está traba-
jando con hipoclorito de sodio, que es un caso muy frecuente:
a. Apagar la bomba y desconectar de la instalación el tubito de impulsión.
b. Sacar del depósito el tubo de aspiración con el filtro y sumergirlo en agua limpia.
c. Alimentar la bomba dosificadora y hacerla funcionar con agua durante 5 ó 10
minutos.
83
ESP