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No deje nunca la barbacoa desatendida cuando esté en uso. Utiliza siempre la
barbacoa con mucho cuidado.
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Este aparato no debe utilizarse nunca como calefactor.
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Este aparato debe limpiarse con regularidad. Al limpiar, tenga cuidado de no
dañar ningún componente, como quemadores o válvulas.
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Compruebe el tubo flexible al menos una vez al mes y cada vez que cambie la
botella de gas. Si observa algún signo de grietas o daños, sustitúyala por una
manguera nueva de longitud y calidad similares.
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Cuando cambie la bombona de gas, asegúrese de que no hay fuentes
de ignición cerca, por ejemplo, fuego, cigarrillos, llamas desnudas, etc.
Compruebe que el aparato está apagado.
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Se recomienda que este aparato sea revisado por un técnico autorizado al
menos una vez al año. No intente reparar esta unidad usted mismo.
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Coloque la unidad en un lugar ventilado antes de utilizarla.
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El tubo flexible debe cambiarse cada 2 años. Es necesario cambiar la
manguera cuando las condiciones nacionales lo requieran. La manguera
flexible debe cumplir la norma pertinente y la normativa local.
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El aparato o sus componentes no deben ser modificados por el usuario.
No manipule ninguna pieza que haya sido precintada por el fabricante o su
representante. No intente reparar el aparato usted mismo. Las modificaciones
en el aparato o en sus componentes pueden provocar daños materiales,
lesiones físicas o incluso la muerte. Las reparaciones sólo deben ser realizadas
por personal cualificado para ello.
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Antes de cada uso del aparato, compruebe si hay insectos o nidos de insectos
en el quemador, las tuberías y las aberturas del aparato. Elimínelos si están
presentes. Las arañas y los pequeños insectos pueden anidar en las tuberías
y en las aberturas de la unidad cuando ésta no se utiliza. Esto puede bloquear
el flujo de aire y gas, provocando un retroceso de la llama amarilla y causando
un incendio debajo del quemador. Por lo tanto, elimine los insectos y nidos de
insectos antes de cada uso, si los hubiera.