3.1 - Uso del regulador y evaluación del riesgo
El uso del regulador está reservado a personas que hayan asis-
tido y completado con éxito un curso de formación específico,
con la obtención del correspondiente título de buceador.
A pesar de ello, antes de cada utilización hay que evaluar con
gran atención las situaciones ambientales y psicofísicas del
buceador, renunciando a la inmersión incluso cuando se de sólo
una de las condiciones de riesgo.
Entre las condiciones ambientales que pueden generar riesgo,
hay que señalar las condiciones del mar, la situación de la co-
rriente, una temperatura del agua particularmente baja y la visibi-
lidad reducida.
Entre las condiciones psicofísicas, un estado de salud no per-
fecto, una situación de estrés emotivo o físico, la falta de entrena-
miento, el cansancio, el estado digestivo después de la ingestión
de alimentos.
No hay que olvidar que si hace mucho tiempo que no se bucea,
el riesgo es mayor debido a la pérdida de todos o parte de los
automatismos y de las técnicas aprendidas en los cursos.
Los materiales de primera calidad utilizados en la fabricación de
los reguladores autónomos Cressi-sub y los tratamientos antico-
rrosivos a los que son sometidos, permiten una utilización
completamente segura.
Se recuerda que los reguladores de aire con circuito abierto han
sido concebidos y testados para una utilización de hasta 50 m de
profundidad según la norma EN 250:2000, pero que la didáctica
fija en 40 m el límite del buceo deportiva, sin la realización de
ningún tipo de trabajo submarino.
ATENCIÓN: Para bucear con plena seguridad, Cressi-sub
recomienda el uso de botellas con grifería de doble salida y
dos reguladores completos.
El transporte de este equipo está sujeta a las regulaciones lo-
cales.
3.2 - Controles antes del uso
Antes de utilizar el regulador Cressi-sub, aconsejamos sigua algu-
nos sencillos pero, muy eficaces e indispensables procedimien-
tos para evitar todo tipo de problema relacionado con el uso.
Controlar, por ejemplo, que todos los latiguillos estén bien conec-
tados a la primera etapa; si se pueden aflojar manualmente a par-
tir de la 1ª etapa, es necesario enroscarlos a la primera etapa con
una llave antes de presurizar el regulador. Además, constituye una
buena norma controlar que los latiguillos no muestren evidentes
señales de desgaste o peor, cortes, grietas o abrasión de ningún
tipo. Igualmente, controlar que la primera y la segunda etapa no
muestren señales evidentes de daños; controlar, por ejemplo, que
la boquilla de la 2ª etapa no presente cortes o abrasiones y que
esté sólidamente conectado al cuerpo de la 2ª etapa por medio
de brida. Antes de abrir la grifería de la botella, controlar que la
aguja del manómetro submarino indique presión cero. La presión
de las botellas debe ser controlada con el correspondiente manó-
metro submarino o con un ordenador dotado con la función de
manómetro que debe indicar, una vez abierta la grifería de la bo-
tella, la correcta presión de ejercicio de la botella.
ATENCIÓN: Los reguladores deben ser probados en la
superficie antes de colocar el equipo en el agua, presionando
repetidamente el pulsador de purga con el fin de asegurarse
de la correcta emisión de aire; a continuación, sujetando el re-
gulador en la boca, efectuar varias inspiraciones y espiracio-
nes profundas para comprobar su perfecto funcionamiento
(a excepción de cuando vaya a utilizarse en aguas <10º).
La misma operación debe repetirse una vez en el agua antes
de sumergirse, sujetando el regulador con la boca y colocán-
dolo completamente sumergido, efectuar varias profundas ci-
clos respiratorios para comprobar el perfecto funcionamiento,
no sólo en cuanto a inspiración sino también en espiración.
Dicho proceso hay que repetirlo igualmente con el octopus o
2º regulador.
SEGUNDAS ETAPA
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