/ terapeuta.
• Compruebe que los electrodos se adhieren a la piel, estén gastados o sucios. Vuelva a
colocar los electrodos y reanudar el tratamiento. Si el problema persiste, póngase en contacto
con su médico / terapeuta
Eliminación
Para la salvaguardia del ambiente, el dispositivo, los accesorios y sobre todo las baterías se
deben eliminar según las normas de ley, en específicas áreas adecuadamente equipadas, o
bien, junto a los residuos especiales.
Producto sujeto a la normativa RAEE correspondiente a la recolección selectiva de
residuos.
10. Electroestimulación e intensidad de estimulación
La electroestimulación consiste en la transmisión al cuerpo humano de microimpulsos
eléctricos.
Los campos de aplicación de la electroestimulación pueden ser: terapia para el dolor,
recuperación del trofismo muscular después de traumas o intervenciones quirúrgicas,
preparación atlética y tratamientos estéticos.
Para cada una de estas aplicaciones se utilizan impulsos eléctricos específicos.
La intensidad de estimulación está representada en el visor de MIO-CARE, para cada canal,
con una escala creciente de 0 a 50.
Con todos los programas, después de configurar la intensidad inicial, MIO-CARE procede
hasta el final del programa mismo sin necesidad de ulteriores intervenciones por parte del
usuario.
Los tipos de impulsos pueden ser subdivididos de la siguiente manera:
1.
Impulso Tens: en los programas tens, la intensidad se regula entre el umbral de
percepción y el de dolor. El límite máximo está representado por el momento en que la
musculatura entorno al área tratada inicia a contraerse. Se aconseja permanecer por
debajo de dicho límite.
2.
Impulso de lipólisis/drenaje: el efecto "bomba" se produce con contracciones tónicas
secuenciales. La intensidad debe ser suficiente para producir estas contracciones: mayor
es la contracción, mayor es el efecto bomba inducido. Pero atención: no es necesario
resistir a intensidades elevadas al punto de producir dolor. Le aconsejamos realizar las
primeras sesiones de electroestimulación con intensidades bajas, para permitir al
organismo la adaptación a sensaciones nuevas. De este modo el aumento de intensidad
es gradual y no traumático.
3.
Impulso de calentamiento: en este caso es necesario producir una estimulación con
intensidad de aumento gradual, para incrementar gradualmente el metabolismo del
músculo tratado. Un poco como sucede con el propio vehículo: antes de llevarlo a las
máximas revoluciones es necesario calentar el motor.
4.
Impulso de contracción para tonificación, entrenamiento, atrofia: durante el impulso
de entrenamiento el músculo tratado debe producir vistosas contracciones. Se nota incluso
a simple vista como el músculo tiende a contraerse y crece su volumen. Se aconseja
aumentar la intensidad gradualmente (primera contracción) para individualizar un
adecuado confort durante la estimulación. En la segunda contracción se aumenta
ulteriormente la intensidad hasta alcanzar el umbral subjetivo de tolerancia; esta operación
se debe repetir para cada contracción, hasta lograr una carga de trabajo con los niveles de
intensidad aconsejados en la descripción de cada programa. Se aconseja además anotar
IACER S.r.l.
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MNPG95 Rev. 01 Ed. 28/09/12