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FUNCIONAMIENTO
Recomendaciones de uso
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• Siga la normativa local vigente cuando utilice un soplador de hojas. No lo
utilice en horas muy tempanas ni tardías.
• Compruebe la dirección e intensidad del viento. Nunca dirija la boquilla ni
los restos a personas, animales, coches o casas.
• No dirija los restos soplados a ventanas o puertas.
• Tenga siempre en cuenta a las personas que puedan pasar cerca y las
propiedades.
• No deje el soplador en marcha sin vigilancia.
• No utilice el soplador para esparcir fertilizantes, productos químicos u
otras sustancias tóxicas, ni combustible, a menos que esté especialmente
diseñado para tal fin y en la ubicación adecuada.
• Utilice el soplador con la velocidad de aceleración más baja posible
(Fig.30).
• Evite utilizar más de una máquina a la vez, sobre todo en zonas vecinales
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y en cercanías de edificios donde el sonido pueda intensificarse.
Reducción del polvo (Fig.31)
• Tenga cuidado con lo que mueve.
• Practique el desplazamiento de hierba cortada o vasos de papel sin
mover polvo.
• Humedezca las zonas polvorientas antes de utilizar el soplador.
• Nunca utilice un soplador de hojas para mover objetos con mucho
polvo.
• El soplador de hojas NO debe utilizarse para limpiar lo siguiente:
— Gran cantidad de gravilla o arena
— Restos de obras de construcción
— Polvo de yeso
— Polvo de cemento u hormigón
— Mantillo seco de jardín
ATENCIÓN – El polvo con silicio puede contener sílice
cristalino. El silicio se encuentra como componente
básico en arena, cuarzo, ladrillos, arcilla, granito
y otros muchos materiales, rocas y productos de
hormigón que se utilizan en albañilería y mampostería.
La inhalación repetida del sílice cristalino en el aire
puede producir enfermedades respiratorias graves
e incluso letales, como la silicosis. Además, el
estado de California y algunas otras autoridades
ha declarado el sílice cristalino como sustancia
que provoca cáncer. Si se encuentra con dichos
materiales, tome siempre las precauciones indicadas
más arriba.
ATENCIÓN – La respiración de polvo de amianto
es peligrosa y puede producir enfermedades
respiratorias graves e incluso letales, y cáncer. El uso
y el desecho de productos que contienen amianto
está totalmente regulado, en concreto por la OSHA y
las instituciones de protección medioambiental. No
utilice el soplador ni toque amianto o productos que
lo contengan, como los aislantes de amianto. Si por
alguna razón piensa que está trabajando con restos
que contienen amianto, comuníquelo de inmediato
a su empleador o al responsable local de asuntos
medioambientales.
Si el objeto del soplador es una sustancia comercial, revise las
especificaciones técnicas de la misma o consulte al fabricante
del material.
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