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Sedimentos incrustados y manchas de corrosión
Los sedimentos incrustados, decoloraciones y las llamadas „manchas de té" pueden
aparecer por una limpieza insuficiente, un rebosamiento durante la cocción,
condiciones meteorológicas extremas y preparación extrema. Existen limpiadores de
acero especiales para estas situaciones. Lea las instrucciones correspondientes antes de
su uso.
• Frote o aplique siempre en la dirección de la inclinación de la superficie o de las
líneas de pulido originales.
• Algunos limpiadores metálicos pueden dañar superficies de plástico o lacadas. Lea
atentamente las instrucciones correspondientes.
Limpieza y cuidado del acero inoxidable
• Los componentes de acero de este aparato se componen de acero inoxidable.
Para obtener un brillo exterior y para garantizar la resistencia contra la corrosión,
se necesita una limpieza regular.
• Aunque el acero inoxidable no se oxida del mismo modo que el acero, puede
presentar „marcas de corrosión" que se ven muy parecidas al óxido y que
empeoran la apariencia de la parrilla.
• Al contrario que el acero, la corrosión del acero inoxidable es, en la mayor parte
de los casos, solamente superficial y puede eliminarse limpiándolo para que la
superficie aparente como nueva tras la limpieza.
• La forma de corrosión más común en el acero inoxidable también se conoce como
„manchas de té". Esta se presenta en forma de marcas marrones en la superficie
y por ello se confunden habitualmente con el óxido. Esta forma de corrosión se
presenta sobre todo en zonas costeras, pero también puede aparecer en zonas de
interior, en función del entorno. Si no se eliminan las „marcas de té" regularmente,
esto puede provocar que se filtren al material y que sean más difíciles de eliminar.
En este caso, será necesario utilizar una cera para pulir metal.
• Si la parrilla se encuentra cerca de piscinas, tendrá que tener especial cuidado
en la limpieza. Los químicos de las piscinas contienen cloro que puede afectar
negativamente al acero. Esto se aplica igualmente para piscinas de agua salada,
que también contienen cloruro sódico.
• Las lejías que contengan cloro no deben utilizarse nunca para limpiar las
superficies de acero inoxidable. Si no se han aclarado correctamente los restos de
estas, podría producirse corrosión por picadura grave. La corrosión por picadura
„se pega" a la superficie y es muy difícil de eliminar. En ese caso, sería necesario
un amplio pulido.