Advertencias de energía de RF y electroquirúrgicas
Todos los conjuntos de sensores conectados al paciente mediante cables
(incluidas las sondas de temperatura) están sujetos a errores de lectura,
calentamiento local y posibles daños ocasionados por las fuentes de energía
RF de alta intensidad. El equipamiento electroquirúrgico se incluye entre
dichas fuentes. El acoplamiento capacitativo de las corrientes puede tratar de
buscar caminos alternativos a tierra a través de los cables de la sonda y
equipos asociados. El paciente puede sufrir quemaduras.
Si es posible, retire la sonda del paciente antes de activar la unidad
quirúrgica u otra fuente de RF. Si es necesario utilizar las sondas y
aparatos electroquirúrgicos de forma conjunta, debe comprobar que los
equipos conectados a las sondas estén aislados correctamente de la tierra
de RF. Puede minimizar riesgos si selecciona un punto de control de la
temperatura que se encuentre lejos de la trayectoria radioeléctrica entre la
sonda activa y la vía de retorno.
Limpieza y desinfección
Se recomienda limpiar y desinfectar la sonda, y el cable opcional del
conector si se ha utilizado, tras el uso con cada paciente. Debe llevar a
cabo los siguientes pasos:
1. Limpiar con un paño suave humedecido con un 70% de
isopropanol, dialdehído activado (Cidex) o hiploclorito sódico
(1 parte de lejía diluida en 10 partes de agua como mínimo).
2. Limpiar de un extremo a otro teniendo cuidado de no aplicar
demasiada presión, ya que podría provocar el estiramiento del
revestimiento de los cables y la ruptura de los hilos internos.
3. Desinfectar sumergiendo brevemente la sonda y el cable del
conector en la misma solución de limpieza, con cuidado para no
sumergir los conectores. Sumergir el cable durante 2 minutos o
menos no resulta perjudicial; sin embargo, la inmersión durante
un tiempo prolongado podría provocar la pérdida de flexibilidad
del cable.
4. Aclarar con agua limpia y secar completamente.
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