El producto congela
demasiado.
La comida no está
suficientemente
congelada.
Se oyen ruidos
extraños.
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La temperatura
está demasiado
fría (MAX).
La temperatura
no está ajustada
correctamente.
La puerta ha
estado abierta
durante mucho
tiempo.
Se ha introducido
gran cantidad de
comida caliente
en las últimas 24
horas.
El aparato está
cerca de una
fuente de calor.
El producto no
está nivelado.
El producto toca
la pared u otros
objetos.
Una pieza, por
ejemplo un tubo,
en la parte trasera
del producto
toca otra parte
del producto o la
pared.
A veces se oyen
ruidos durante el
funcionamiento
(compresor,
circulación de
refrigerante).
Gire temporalmente el mando de
ajuste de la temperatura a un ajuste
menos frío.
Ajuste el termostato a la temperatura
recomendada (capítulo 3.2).
No abra la puerta más tiempo del
necesario.
Gire temporalmente el mando de
ajuste de la temperatura a un ajuste
más frío.
Mantenga el producto alejado del
calor, de habitaciones donde la
temperatura sea relativamente alta y
de fuentes de calor como hornos.
Reajuste los pies.
Mueva ligeramente el producto.
Si es necesario, doble suavemente la
pieza para apartarla.
Esto es normal.