Extinción del fuego
Deje de añadir combustible y que el fuego se vaya
apagando por sí mismo. No intente sofocar el fuego
reduciendo la entrada de aire: podrían liberarse gases
tóxicos. Deje que el fuego se consuma por sí mismo.
Vigile el fuego hasta que éste esté bien apagado. Una
vez que el fuego se haya extinguido completamente,
podrá cerrar todas las entradas de aire.
Eliminar la ceniza
Cuando se quema leña en el aparato, siempre queda
una pequeña cantidad de cenizas. Este lecho de ceni-
zas no solo es un buen aislante para la base de fuego
del aparato, sino que además favorece la combustión.
Así que puede dejar una capa fina de cenizas en el
suelo del aparato.
No obstaculice la entrada de aire situada en el suelo
de la chimenea ni deje que se acumule ceniza en la
parte posterior de las placas de hierro. Para ello, eli-
mine de forma periódica el exceso de cenizas.
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1. Abra la puerta del aparato.
2. Utilice el recogedor para abrir el cajón cenicero (1).
3. Utilice el recogedor para sacudir el exceso de
ceniza y para que esta caiga al cajón cenicero.
4. Retire y vacíe el cajón cenicero (3) con ayuda del
guante suministrado.
5. Vuelva a colocar el cajón cenicero en su sitio y cie-
rre la puerta del aparato.
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Lacunza se reserva el derecho de realizar cambios por razones técnicas
Nieblas y brumas
Las nieblas y las brumas en el exterior pueden difi-
cultar la salida de los gases inflamables por la chi-
menea. Éstas pueden hacer que el humo baje por el
conducto y ocasione olores. En condiciones de nie-
blas o brumas, le recomendamos que no utilice el apa-
rato a menos que sea realmente necesario.
Posibles problemas
Consulte el anexo "Diagnóstico de problemas" para
solucionar posibles problemas durante la utilización
del aparato.
Mantenimiento
Siga las instrucciones de mantenimiento que se des-
criben en esta sección para mantener su aparato en
buen estado.
Chimenea
En muchos países, la ley obliga a revisar y llevar un
mantenimiento regular de las chimeneas.
Al principio de la temporada de calefacción: haga
limpiar la chimenea por un deshollinador cua-
lificado.
Durante la temporada de calefacción y si la chi-
menea no se ha utilizado durante un largo período
de tiempo: haga que un técnico cualificado controle
los niveles de hollín.
Al final de la temporada de calefacción: cierre la chi-
menea mediante una bola de papel de periódico.
Limpieza y mantenimiento
periódico
No limpie el aparato cuando éste todavía está
caliente.
Limpie el exterior del aparato con un paño seco que
no suelte pelusas.
Al final de la temporada de fríos, limpie muy bien el
interior del aparato:
Para ello, retire primero las placas refractarias. En
el capítulo "Instalación" encontrará instrucciones
sobre cómo extraer y colocar las placas