Prepare el alimento que desea cocinar, luego colóquelo directamente en la
placa o la piedra
La placa es ideal para cocinar tiras de carne, filetes de diferentes espesores,
brochetas, salchichas, rodajas de verduras para asar
La piedra se presta a la preparación de hortalizas y tubérculos (incluso
envueltos en papel de aluminio), pescado y crustáceos, quesos muy curados,
queso de cabra y pan para bruschettas
Las bandejas están diseñadas para la preparación de la raclette: el queso debe
cortarse en cubos de aproximadamente 1 cm de lado
Compruebe periódicamente la licuefacción del queso: una vez que haya
alcanzado una consistencia comparable a la de la miel, con un principio de
ebullición, cada comensal podrá extraer una o más bandejas y mojar trozos de
carne o verduras, preparados en la placa o la piedra
Es posible variar la temperatura moviendo el selector durante la cocción, para
afinar la regulación y obtener un mejor resultado
Durante la cocción, si la naturaleza del alimento lo permite, proceda
periódicamente a voltear los alimentos, con la ayuda de utensilios adecuados,
para distribuir uniformemente el calor
Al final de la cocción, utilice una espátula de material específico para eliminar cualquier
residuo de cocción. No utilice herramientas metálicas o cortantes, para preservar el
revestimiento antiadherente de la placa.
CONSEJOS PARA UN USO IDEAL:
El queso ideal es, por supuesto, el Raclette, pero también son especialmente
adecuados el Comté, el Beaufort, el Fontina, el Raschera y los quesos de malga
La licuefacción del queso es proporcionalmente más rápida cuanto más
finamente se fracciona
Un tiempo de calentamiento excesivo del queso puede provocar la formación
de una costra superficial cada vez más sólida y gruesa: es aconsejable evitar
calentamientos excesivamente prolongados, para evitar que la parte proteica
desnaturalizada y el queso adquieran un sabor amargo.
La piedra mantiene el calor durante más tiempo que la placa: por lo tanto, se
puede utilizar para cocinar bocados de carne incluso después de haberla
precalentado y haber colocado el aparato en el centro de la mesa, después de
haberlo desconectado de la red eléctrica
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