MANTENIMIENTO
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Mantén limpias tus botas y fijaciones. Si tus botas o fijaciones están
sucias se pueden producir fricciones indeseables en el sistema
que pueden interferir con las funciones de retención y suelta, e
incrementar el riesgo de lesionarse. El material de esquí debe
protegerse siempre de manera adecuada durante el transporte. Usa
bolsas de esquís y fundas específicas para fijaciones.
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Limpia las botas con agua y jabón. Evita usar productos químicos,
sea del tipo que sean.
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Seca siempre los botines lejos de fuentes de calor como radiadores,
estufas, secadores o chimeneas.
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Comprueba que las botas y los botines estén completamente secos
antes de guardarlos para el verano o durante una temporada larga.
Cuando las guardes, cierra las botas (pero afloja los ganchos y
dispositivos de apriete) y luego déjalas en un lugar seco (a ser
posible dentro de sus bolsas de plástico), alejado del calor y de luz
solar directa.
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Unas botas gastadas o dañadas deben repararse o desecharse.
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