Retire el filtro para el polvo.
Vacíe el depósito para el polvo en un cubo de basura.
Si fuera necesario, golpéelo suavemente para eliminar
los restos de polvo.
Enjuague el depósito de polvo con agua.
No es necesario limpiarlo cada vez con agua.
¡No lave el depósito para el polvo en el lavavajillas!
Deje que el depósito de polvo y el depósito de agua se
sequen durante 24 horas como mínimo.
En cuanto el depósito de polvo esté seco, coloque de
nuevo el filtro. Una vez terminada la limpieza, vuelva a
colocar el depósito de polvo.
Antes de poner el aparato en marcha, asegúrese de
que todos los filtros y el depósito para el polvo estén
bien montados.
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