INSPECCIÓN
Antes de cada uso, debe realizar una inspección minuciosa
de su arnés para cerciorarse de que no haya sufrido daños
y de que su empleo sea seguro.
Inspeccione su arnés siguiendo los pasos que se indican a
continuación, y deje de usarlo y destrúyalo si se da alguna
de las siguientes condiciones:
•
Alberga ALGUNA duda sobre el estado del arnés.
•
Presenta daños, agujeros, cortes, está descolorido,
le faltan hilos o tiene hilos cortados, partes fundidas
o hinchadas, o fisuras de cualquier tipo, tanto en el
interior como en el exterior.
•
El anillo ventral muestra un color anaranjado en
algún punto o en los puntos de encordamiento del
cinturón o las perneras.
•
Las hebillas tienen arañazos profundos, grietas,
abolladuras, corrosión, deformación u otros daños
visibles.
•
El arnés ha sufrido una presión grande, como, por
ejemplo, una caída importante.
•
El arnés ha estado expuesto a factores
medioambientales (luz ultravioleta excesiva, agua
salada, calor extremo, etc.) o agentes químicos
(petróleo, aceites, lubricantes, ácidos, etc.), aunque
no presente a simple vista daños o decoloración.
CUIDADOS
Transporte el arnés en la bolsa suministrada y manténgalo
siempre alejado de cualquier objeto punzante, tornillos
de hielo, crampones, luz solar directa, agentes corrosivos
(ácido de baterías, gasolina, fluidos de motores de
automóviles, disolventes, lejía, etc.), o de cualquier otro
objeto potencialmente peligroso. Guarde el arnés en un
lugar seco, oscuro y sin contaminantes. Si el arnés está
húmedo o se ha helado, antes de guardarlo o volver a
usarlo déjelo secar al aire alejado de la luz solar directa.
Puede lavar el arnés a mano con agua templada y un jabón
neutro (no utilice nunca lejía) y secarlo al aire, lejos de la luz
solar directa. No modifique nunca el arnés: no cosa, altere,
o queme los hilos o correas, no tiña ni marque parte alguna
del arnés, ni modifique las hebillas en modo alguno.