7.0
Consejos técnicos
7.1
¿Qué clase de agua debe utilizarse en el baño?
Para la fiabilidad a largo plazo de los baños maría, es importante utilizar agua con
mucho oxígeno sin iones ni minerales que puedan corroer el acero inoxidable.
Recomendamos el uso de agua destilada y de agua desionizada proveniente de
sistemas modernos de intercambio iónico que no utilicen lavado con sal para regenerar
los cartuchos de intercambio iónico.
El acero inoxidable está protegido de la corrosión por una capa de óxido de cromo. Si
esta capa resulta dañada, el oxígeno presente en el agua puede reparar la capa de
óxido. Si el agua no tiene gas o está desoxigenada y se daña la capa de óxido, los iones
pueden corroer el depósito de acero inoxidable. Si el baño maría no se ha utilizado
durante un tiempo prolongado o el agua ha hervido, recomendamos cambiarla por agua
destilada nueva o por el agua desionizada correcta.
Normalmente, el agua contiene iones de calcio y magnesio. Al agua desionizada le han
sido extraídos la mayoría de iones, como lo indica su nivel de conductividad; cuanto más
pura es el agua menor es su conductividad. Es importante utilizar sólo agua desionizada
de un sistema de intercambio iónico con cartuchos reemplazables. No utilice agua
desionizada generada en un sistema de intercambio iónico que incorpore un sistema de
lavado por sal para regenerar la resina de intercambio iónico, ya que pueden quedar
iones de sodio, muy corrosivos para el acero inoxidable.
7.2
Cómo evitar el óxido de los baños maría
La mayoría de los depósitos Grant, además de las partes sumergidas, están fabricados
con acero inoxidable tipo 304, que es una calidad de acero inoxidable de uso general
muy versátil. Sus excelentes características de conformación han logrado que esta
calidad de acero sea la predominante en la fabricación de baños maría de laboratorio e
industriales, además de fregaderos domésticos y sartenes. El acero inoxidable tipo 304
es muy adecuado para aplicaciones en que la higiene es importante; presenta una
buena resistencia al calor y una excelente resistencia a la corrosión.
Sin embargo, a pesar de su resistencia general a la corrosión superficial, el acero
inoxidable puede sufrir determinados tipos de corrosión, como picaduras (corrosión con
pequeños orificios de aguja) y grietas de corrosión por tensión. También puede sufrir
corrosión generalizada en determinados entornos, como los que contienen ácido
clorhídrico y ácido sulfúrico.
El acero inoxidable está protegido por su alto contenido en elementos de aleación,
especialmente cromo y níquel. El cromo es el más importante con respecto a la
resistencia a la corrosión, aunque el níquel refuerza la acción del cromo. El cromo forma
una capa de óxido sobre la superficie del acero que inhibe su oxidación posterior. Esta
capa se adhiere extremadamente bien al sustrato metálico, pero es fundamental que
permanezca intacta y hay que protegerla de varios tipos de daños.
Si la superficie de óxido de cromo se daña, el oxígeno presente en el agua puede
repararla parcialmente, por lo que se recomienda que el agua sea siempre nueva y esté
bien oxigenada. Los baños maría que no van a utilizarse durante un periodo de tiempo
prolongado deben vaciarse para limpiar toda la humedad del fondo del depósito.
En ocasiones puede aparecer una capa marrón en la superficie del depósito de acero
inoxidable. En la mayoría de los casos no se trata de óxido, sino de posos superficiales
de minerales provenientes de la red local de suministro de agua o de partículas ferrosas
o sales que han caído dentro del depósito. Estos posos pueden eliminarse normalmente
con un limpiador doméstico como Duraglit o un limpiador de metales como Silvo.
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T100 y TC120
Manual del operador